viernes, 25 de octubre de 2013

Una gran mierda.

Acabo de leer la cosa fundacional de Felipe González (Ya saben, el terrateniente y comisionista que dirigía los GAL, mientras hacía negocios con las oligarquías latinoamericanas.) y no doy crédito. La basura nos ha gobernado desde el principio: era todo mentira, absolutamente todo. No solo no existe la izquierda en nuestra política, no existe la decencia salvo muy honrosas excepciones. A ellas debemos encomendar la suerte de este país desgraciado, ya que la ciudadanía no está por la labor.
A mí también me da asco ser español. Y catalán, europeo, etc.
¡Viva Freedonia!

martes, 15 de octubre de 2013

Poesía - Jorge Arbenz


Desde hace cuatro años
casi todos los hombres
me parecen mejores
cuando son padres
Soy capaz
de disculparles errores
perversiones palabras
silencios marchas
regresos

Pero ya no recuerdo
la voz de mi padre

Una vez vino a
buscarme al colegio
y creí que me protegía

Me queda aquel calor
aquel mes tan largo
el olor a yodo y orina
las quejas de algún enfermo
los timbres de las habitaciones
pidiendo compañía

Los tres títulos
que ganó el Barça mientras mi
padre se iba

Aquella manera mía de mirar
los escotes de las enfermeras

Una llamada de Susana Navarro
que no esperaba Otras llamadas

faltaron

El mal café del tanatorio y
también
un sentimiento culpable por
creerme liberado

martes, 8 de octubre de 2013

Poesía - Jorge Arbenz

Ahora
tal vez

debo pedirte
que
te vayas aunque
después vuelvas

Te quedan mejor los
zapatos negros

Por favor vuelve
y
no me dejes
Lo
nuestro no tiene
ningún futuro y
no soy el responsable

te pido perdón
por todo lo que te
haya molestado
por sentir este placer
cuando te rechazo

Qué podía hacer yo
me gustaba el vestido azul
de tu prima Y tu prima

ella me gustaba más que
cualquier vestido Me cerraba
la puerta me llamaba por la noche

me olvidaba

No volveré a jugar no
volveré a beber no
volveré a escucharte

Quédate mañana

Adiós

Es tu cumpleaños
no
no me olvido
No
no te vayas



jueves, 3 de octubre de 2013

Poesía - Jorge Arbenz

De estos días
sin relojes no espero
nada salvo que
se sucedan hasta
la extinción

sin
que yo deba
realizar esfuerzo alguno

Como un joven
eterno que emprende el
vuelo fiado a
sus
alas de arena