Aquí escriben sobre el libro que tuvieron a bien publicar en Talentura, hace cosa de dos años, recogiendo una parte esencial de la poesía que yo había escrito a lo largo de una década, aproximadamente . Todavía me emociona saber que a la gente le ha gustado, todavía me parece que no he agradecido lo suficiente a la gente de Talentura la confianza que depositaron en un tío tan raro como yo.
Soy un poeta de corto recorrido y no creo en absoluto que mi producción vaya más allá de uno o, tirando muy largo, dos libros más. Se entenderá entonces la ilusión casi infantil y un poco pelma que me producen estas cosas, pero espero que sabrá disculparse, así que agradezco a Inmaculada Ruiz, a Alena Collar, a la gente de Talentura y a Conrad Collboni la atención que han dedicado al libro desde distintas vertientes. También, por supuesto, a los amigos librepensadores y krausistas: Jorge Paredes y José María Sallán.
Sobre todo ahora, que las cosas están un poco complicadas, soy consciente del valor de la literatura como espacio propio e inexpugnable.