Acabo de leer la cosa fundacional de Felipe González (Ya saben, el terrateniente y comisionista que dirigía los GAL, mientras hacía negocios con las oligarquías latinoamericanas.) y no doy crédito. La basura nos ha gobernado desde el principio: era todo mentira, absolutamente todo. No solo no existe la izquierda en nuestra política, no existe la decencia salvo muy honrosas excepciones. A ellas debemos encomendar la suerte de este país desgraciado, ya que la ciudadanía no está por la labor.
A mí también me da asco ser español. Y catalán, europeo, etc.
¡Viva Freedonia!