En aquellos días
tal vez un poco antes
noté la mirada displicente
de la vida
Con una
sonrisa apenas esbozada
extendía su brazo izquierdo
con el puño cerrado
(ahora sé que para despedirse)
y
separando el dedo pulgar señalaba
graciosamente hacia abajo
La vida tenía
para mi sorpresa
todos los rostros conocidos