En ella, se narra la obsesión del capitán Ahab por cazar a la ballena "Moby Dick", que le arrancó una pierna. Ahab consagra su vida a la venganza, para ello arma un ballenero, el "Pequod", y se hace forjar un arpón especial.
La persecución acabará con la muerte de todos los balleneros excepto el joven Ismael, que personifica una cierta inocencia ante el mundo - el papel fue interpretado por Richard Basehart, actor que acabó su carrera en la televisión, después de haber trabajado con Fellini en La Strada-.
Podremos disfrutar también de Orson Welles, como el padre Mapple, en una de las mejores escenas de la película.
La película reflexiona sobre el poder, la venganza, el odio y la muerte. Lejos de mantener una postura rígida, se opta por la ambiguedad de los personajes, incluyendo al capitán Ahab, al que la espléndida interpretación de Gregory Peck dota de una cierta humanidad, inexistente en la novela. Siempre son más agradecidos los personajes con matices que los que carecen de ellos.
La ballena simboliza quizá la naturaleza, a la que el Hombre no podrá dominar. Pero esta lectura no es posible en la novela, que defiende a los balleneros de una manera clara. Está claro, en cambio, que se desaprueba la idea de la venganza, puesto que el personaje de Ahab es terrible en la novela, y algo menos en la película, pero su propósito y el precio que está dispuesto a pagar para conseguirlo, son los mismos.
La película se realizó con gran abundancia de medios, incluida una gran maqueta de la ballena, que se construyó en Canarias para la escena final de la película. La fotografía es francamente buena, y refleja bien el clima opresivo del relato.
Estamos pues ante una muy buena película de aventuras, de las mejores que he tenido oportunidad de ver en el cine, que sugiere además algunas cuestiones esenciales para el ser humano, relativas a la maldad, el poder o la muerte.
Estamos pues ante una muy buena película de aventuras, de las mejores que he tenido oportunidad de ver en el cine, que sugiere además algunas cuestiones esenciales para el ser humano, relativas a la maldad, el poder o la muerte.