Un fragmento de
L'Incorrigible, dirigida por Philippe de Broca en 1975. Una de las últimas buenas películas que protagonizó Jean Paul Belmondo antes de dedicarse, durante muchos años, a amasar una fortuna en el cine de acción más comercial. Esa decisión le haría ganar un multimillonario a la Hacienda francesa, al tiempo que le arrebataba un actor extraordinario al cine y al teatro.