No sabía como responder a las declaraciones del neofascista Durán i Lleida. Y eso que he dedicado mis buenas horas a la empresa, pero con poco éxito. Durán, Mas, Aguirre, Botella, Cospedal y tantos otros representantes de la derecha en este país, no son otra cosa que enemigos confesos de la clase trabajadora. Ellos, que desde la cuna han tenido una vida regalada, apenas son capaces de abandonar todos los prejuicios del niño rico hacia el trabajador, con independencia de su raza, sexo o religión ( imagino que por mandato de esa constitución que tan sagrada les parece cuando les conviene) A sus ojos, los obreros no son otra cosa que un mal necesario, un mal de vagos, sucios e ignorantes que no necesitan demasiada educación, ni viviendas dignas, ni otra sanidad que la que pueda brindarse desde la beneficencia propiciada por las damas de los barrios más distinguidos de España.
Haremos mal los trabajadores en interpretar las memeces y salidas de tono de estos personajes, en la clave identitaria que, por muy diversas razones, tan grata resulta a todos ellos y tantos réditos les da en las convocatorias electorales.
Pocos versos me han emocionado tanto como los que Miguel Hernández tejió para la tricolor que flamea en " Andaluces de Jaén" , y hoy quiero dedicarla, en la voz de Paco Ibáñez, a todos los trabajadores que han levantado el país sobre sus hombros.
¡ Salud y República!