jueves, 19 de noviembre de 2015

Poesía - Jorge Arbenz

Con el café
cada mañana
soy testigo de la ternura
de dos muchachos

Se miran se hablan
pronuncian palabras que no tienen sentido
para nadie que no sean ellos
Sus oídos sus ojos sus manos sus voces
por y para ellos

Hoy he querido escucharles
llevado por la curiosidad
y la envidia Más cerca de ellos
en la mesa de al lado

El más alto le decía al otro
con la dulzura del amor recién
descubierto

Tócame Fóllame