martes, 22 de diciembre de 2009

Albino y Karol

Cuando Albino se levantó aquella mañana, entendió que sólo salvaría al mundo con su martirio. Llamó a Karol, le dijo que estuviera preparado y hablara con sastre. Karol se felicitó por el cándido misticismo de su amigo, a quién despreciaba por sus absurdas creencias.
Al día siguiente, Albino apareció muerto en su cama y Karol sonreía mirando la Ciudad Eterna desde su ventana.