martes, 29 de diciembre de 2009

Familia

Cada vez que veía a su sobrina, tenía la fantasía de dejarla embarazada para poder beber su leche materna; quería abarcar esos pechos con sus manos de obispo. Ella le tenía un gran cariño, cultivado durante años con los regalos más caros y los elogios más falsos.