«General, vigile a su hija: ha intentado sentarse sobre mis rodillas cuando yo aún estaba de pie». Phillip Marlowe.
sábado, 19 de junio de 2010
A las 7:28
La madrugada es propicia para el escritor porque se acomoda en el silencio y hace crecer el texto al compás de la ciudad que se despereza. La muchacha no sabe nada.