domingo, 7 de noviembre de 2010

Vertigo ( Alfred Hitchcock - 1958)


Hace 50 años, Hitchcock dirigió la que es, para muchos, su gran obra maestra. Entre ellos se encuentra el autor de estas líneas.

John "Scottie" Ferguson - deslumbrante James Stewart- es un ex-detective de la policía de San Francisco, que abandonó el cuerpo tras un accidente en el que un compañero suyo perdió la vida, por salvar la suya en lo alto de un edificio. John descubre entonces que padece acrofobia, es decir, vértigo.
Un tiempo después, un viejo amigo, Gavin Elster - que interpreta Tom Helmore-, le llama para que vigile a su esposa Madeleine -la bellísima Kim Novak, que llegó al papel porque ni Grace Kelly, recién casada con el príncipe Rainiero, ni Vera Miles, embarazada, lo aceptaron-. Madeleine parece estar poseída por su bisabuela, fallecida un siglo antes.
Ferguson sigue a Maddie Elster por toda la ciudad hasta la bahía de San Francisco, donde intenta suicidarse junto al Golden Gate. Entre ellos se despierta un "amour fou". Un día, Maddie le explica a John un sueño recurrente en el que aparece una antigua misión de religiosos españoles, que le describe; John, sorprendido, le dice a Maddie que conoce el lugar, y la lleva hasta allí. Madeleine, ya en la misión, se escapa corriendo y sube al campanario, John no puede seguirla por su fobia a la altura y ve caer Maddie al vacío.
John conocerá casualmente a Judy Barton - de nuevo Kim Novak- que guarda un extraordinario parecido con Maddie Elster. Muy trastornado por la muerte de Maddie, decide transformar a Judy en su amada. Cuando lo consigue descubre, por un collar, que Judy es Maddie. John la lleva a la misión en la que ella fingió su muerte, y allí, Maddie, le explica la verdad. No obstante, un accidente acaba con la vida de ella, esta vez de verdad.

Basada en la novela francesa "De entre los muertos", que inspiró a Clouzot en su película "Las diabólicas", Hitchcock traza un historia macabra de amor enloquecido, en la que refleja buena parte de sus propias obsesiones personales. Escrita por Alec Coppel, es una de las obras más personales de "Hitch" y, como he dicho antes, creo que su mejor película. Me atrevo a reclamar especial atención para varias cosas: los títulos de crédito del gran Saul Bass; la mítica banda sonora de Bernard Herrman; la escena del sueño de John, en la que se presenta de manera sugestiva su acrofobia; la escena de la transformación de Judy en Maddie, con el beso entre los dos protagonistas mientras la cámara los rodea; y la escena final, con John curado de sus problemas y Maddie muerta, metáfora cruda sobre la imposibilidad de alcanzar los sueños.

Otra de las películas que me atrevo a recomendar con insistencia. El vídeo de este bendito invento que es Youtube, muestra la escena del sueño de John y la de la transformación de Judy. Todo ello aderezado con la banda excepcional de Bernard Herrman.