lunes, 1 de febrero de 2010

Poesía- Jorge Arbenz

El dolor del poeta la muerte del poeta
Se derrama su sangre y la bebe
con la ceniza de su propio cuerpo
El tiempo se desliza sobre el
mármol y esculpe una elegía
Muere el poeta como cualquier
hombre y nadie le organiza un
jazz-funeral
en un cementerio de Nueva Orleáns
aunque le hubiera gustado más que cualquier
otra cosa salvo un último paseo por el que llaman
de los Tristes en la ciudad de Granada

Preterición
No hablaré de la tristeza
de sus últimas horas