El Turnismo fue el sistema político que sustentó la Restauración ( 1874-1931) Consistía en la alternancia de los partidos que apoyaban al régimen - liberal y conservador-, no por la vía de la victoria en las urnas, sino por la llamada del rey, que daba la responsabilidad del gobierno a uno u otro en función del desgaste que sufrían las fuerzas o por intereses bastardos que tenían sede en los muy confortables salones de la oligarquía.
El mecanismo de funcionamiento del Turnismo era una completa corrupción de la democracia parlamentaria, y consistía en que el partido llamado por el rey, obtenía la necesaria mayoría en las Cortes mediante unas elecciones manipuladas de mutuo acuerdo por los agentes políticos. Los acuerdos incluían el número de escaños que ambas fuerzas tendrían, variando las cifras en función de la situación política y las necesidades pecuniarias de la impenetrable casta política que mantenía una relación simbiótica con la monarquía.
La actual situación política en España se parece, cada vez más, a la que se describe para el Turnismo: dos grandes partidos con programas similares que tienen como principal objetivo mantener las cosas tal y como están, disfrutando de todos los privilegios que se han ido concediendo a si mismos, que no son pocos ni pequeños.
Está por ver si aguantaremos el sistema cincuenta y siete años.
